Este proceso engloba una serie de tratamientos que llevamos a cabo para prevenir y/o controlar la presencia de bacterias nocivas en nuestro hábitat. Hay lugares que son especialmente sensibles a este tipo de problema como pueden ser por ejemplo los hospitales, ya que deben tener la total seguridad de que ésto no se produzca.
El primer paso es hacer un examen exhaustivo del lugar que sospechamos que puede estar infectado para identificar lo que nos vamos a encontrar. Una vez lo tenemos claro, procedemos a decidir el tipo de método que vamos a utilizar. Pueden ser físicos o químicos entre los que se encuentran la ebullición, pasteurización o los desinfectantes.
Pide presupuesto sin compromiso, ¡estaremos encantados de atenderte!
